Mi mesita de noche

Vivo sin mesita de noche. Con el cambio de piso hace ya un año, me propuse no comprar nada de mobiliario hasta no estar 100% segura de ello. Luego pasa lo que pasa, te dejas un dineral en muebles y decoración y al día siguiente ves en Pinterest algo parecido, totalmente handmade y te entran los sudores por tener que tragarte el mueble que acabas de comprar. Y por esa regla, llevo doce meses sin mesita de noche.

Cuando nos instalamos en nuestro hogar actual nos enamoramos de una cómoda estilo ‘viejuna’ y compramos también una mesa auxiliar a juego para el lado de Uri. Podría haber comprado otra para mí, ahora no tendría este problema, pero mi cabezonería dijo que no, que tenía que encontrar algo que me gustase más, y así sigo.

Ahora, cuatro semanas antes de mi fecha probable de parto, me entran las prisas por encontrar o fabricar algo que se asemeje a una mesita. Hasta ahora no me ha hecho falta. No leo por la noche con lo que no tengo libros; no bebo agua de madrugada, con lo que no necesito dejar ningún vaso cerca; y si me levanto lo hago a oscuras, con lo que la lámpara puede estar en el suelo. Pero claro, te paras a pensar y llegas a la conclusión que cuando nazca la niña voy a necesitar ese vaso de agua, esos kleenex, esa toallita, esa lampara de conejito que alumbra lo justo y todo lo que conlleva dar el pecho y dormir con un recién nacido en la habitación. Así que me han entrado las prisas. Necesito una mesita y la necesito ya!

Os dejo una muestra de algunas de las que más me gustan… Veremos con qué termino. Prometo enseñaros el resultado final.

 

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Espero que os haya gustado el post de hoy. Mañana más!