Adiós, amigo, adiós.

Recuerdo una vez, en primero de Bachillerato, la profe de Filosofía nos dijo «los amigos que tenéis ahora, probablemente no serán los mismos que tendréis dentro de diez años», y todos, mirándonos los unos a los otros soltamos un «si hombre! Nosotros seremos amigos para siempre!». Ja! Cuánta razón tenía esa profe…

Af0sF2OS5S5gatqrKzVP_SilhoutteLa vida nos cambia, evolucionamos, tenemos nuevas inquietudes y los amigos vienen y van. O mejor dicho, los conocidos vienen y van, los amigos (los de verdad) se quedan. Hay una época en la vida, en la que tenemos muchos amigos (hablo en masculino pero incluyo también amigas), un montón de gente dispuesta a dar por nosotros hasta un ojo, a pelear y a beberse la noche a nuestro lado aunque ese día no apetezca salir. Es una época en la que todos hemos tenido las mismas inquietudes: la música, la noche y las cervezas.

Pero con los años creces, y esas inquietudes se van multiplicando y van cogiendo nuevos caminos (gracias a Dios). Y es ahí cuando la cosa se empieza a dispersar. Muy probablemente con el paso del tiempo, muchos de los que nos acompañaban a buscar el último cubata, desaparecerán, otros nos irán siguiendo a lo lejos, y algunos, muy pocos, andarán a nuestro lado. Ley de vida.

A mí eso me costó de aceptar (y reconozco que a día de hoy me sigue costando), porque a mí me encanta relacionarme con gente. Cuando me quedé embarazada de B, mi círculo más íntimo aún salía de jueves a sábado, y algunos hasta vivían aún con sus padres. Y ya sabes, con una barriga, bebé, o niño, la cosa cambia. Me llevó un tiempo entender que la falta de contacto y el distanciamiento era algo lógico y normal. Ni a mí me apetecía salir a cenar cada viernes, ni a ellos dejar de hacerlo por adaptarse a un bebé. Nadie tiene la culpa. Así que poco a poco los vínculos se van deshaciendo. Y gente que creías muy cercana, se va distanciando. Pero los amigos de verdad, esos siguen ahí.

photo-1436915947297-3a94186c8133

Luego, tus inquietudes y tu nueva vida te van llevando por otros lares, y terminas conociendo a gente con la que congenias un montón, con gustos y afinidades similares a los tuyos, y poco a poco se van haciendo un hueco en tu vida. Con algunos estrechas lazos muy fuertes y otros vuelven a ser de pasada, pero el panorama amiguil vuelve a cambiar. Bueno, no del todo, los amigos de verdad siguen ahí.

Y a día de hoy, te encuentras con que tienes una escala de amistades donde todo tu entorno tiene su sitio, un tejido que has ido creando con los años, y que posiblemente siga cambiando porque como todo, en la vida, evoluciona. Pero los amigos, los de verdad, seguirán ahí.

Y yo a esos los quiero cerca, para achucharlos, para decirnos las verdades aunque duelan, para llorar y para soportarnos. Para compartir mis inquietudes aunque no sean las mismas que las suyas y en el fondo les importen tres pitos, para morder por ellos, y para ser la primera persona que les coja el teléfono cuando lo necesiten. Para reírnos y para callarnos con la mirada. Para respetarnos y para no perder jamás, jamás, jamás, las ganas de compartir la vida con ellos.

Y esos, querida profe de Filo, me voy a encargar yo que me duren toda la vida. Palabra.

* Todas las fotos de este post son de Unsplash.

18 comentarios en “Adiós, amigo, adiós.

  1. Que razón tienes! En mi caso como el tuyo supongo, al ser madres jovenes te das cuenta que las prioridades de cada uno són distintas! A mi al principio, me costó asimilar que aquellas personas con las que compartes parte de tu vida se distancien, pero después te das cuenta que cosas mejores vendrán!!! Besos noemi, me encanta leerte!!

  2. Tienes mucha razón! El grupo de amistades van cambiando a lo largo de la vida pero sí, los amigos de verdad siempre están ahí! 🙂
    Una pregunta de cotilla, a que edad te quedaste embarazada de B?

    Feliz martes guapetona!

  3. Toda la razón querida AMIGA…. la vida és un cambio constante… y tú ya sabes que a mi tb me ha costado y me cuesta entender algunas cosas….
    Fem birreta avui??????

  4. Y lo que nos queda por delante que cambiar, Noemí! Es verdad que los buenos, los de verdad como tú dices, permanecen (y permanecemos), aunque a veces también esas amistades cambian en su forma, frecuencia, …
    Y te vas encontrando perlas por el camino!

    Un abrazo!

  5. Me siento identificada desde q tuve a miniA y mira q no era tan joven pero se nota quien esta y quien no esta a tu lado.a veces hasta te sorprende,pero bueno a mi niña no la cambio por nada y al q viene tampoco.ahora prefiero una cenita tranquila o un viaje en familia que salir hasta las mil. Un beso guapa!

    • Los niños lo cambian todo, pero te digo que a día de hoy no cambio ni un día de mi vida con ellas. Quien se ha ido es porque ha querido, igual que yo tb me he ido de la vida de algunos. Y no tiene por qué ser malo, es, y ya está. Un beso!

  6. M’ha encantat Normí, el post d’avui!!!! A mi també em va costar molt i em costa que, els AMICS els pots contar amb una mà i, a vegades sobren dits! Però això em fa sentir molt orgullosa de les relacions d’amistat i, d’acceptar les noves situacions de coneguts!!!!
    BONA TARDA!!!!! A saltar!!!

  7. Wow! Este pot me ha encantado porque la verdad que me ha passado algo similar, todos cambiamos y por desgracia dejamos amistades atrás… Me ha encantado como lo has espresado 🙂 ¡un besote!

  8. Toda la razón del mundo, por suerte a día de hoy aún conservo amistades de hace muchísimos años, y aunque me pese, algunos se fueron perdiendo por el camino, y da penina, aunque supongo que es ley de vida, pero por los que se quedan, los que se quedarán siempre, merece la pena «luchar» con uñas y dientes ^^, y poder así tenernos mutuamente en cuanto demos un «silbidito» 😀

  9. Yo tristemente me he dado cuenta que tienes mucha mucha razón en todo lo que dices, pero que incluso el tiempo te quita esos amigos que pensabas que iban a ser para toda la vida, y no sabes que es lo que ha ocurrido. Estoy contigo que la vida cambia y las prioridades por supuesto, pero también creo que hay tiempo para todo y que cuando un amigo de toda la vida desaparece, sin conocer los motivos… duele, y duele mucho.
    Sé que no me estoy explicando bien, pero es complicado.
    En fin… menos mal que la vida te quita unos pero te da otros que quizás sean mejores a los que volaron de tu lado porque quisieron.

Replica a Núria Cancelar la respuesta